lunes, mayo 30, 2005

Tema del día: el frío carcome hasta los huesos, debo estar enamorado, hoy fui al dentista.

Tema del día: el frío carcome hasta los huesos, debo estar enamorado, hoy fui al dentista.

Hoy fui al dentista,
me atendieron tarde tomando en cuenta
que hoy es lunes.
Miré el cielo, pálido, mientras continuaba sentado
pensando en ti.
Es inevitable, Calamaro sabe explicarlo mejor.
Así es,
escuchaba música por el aparato con audífonos y disco
mientras esperaba
que me atendieran de una puta vez.
Por el televisor de la sala de espera
pasan imágenes de Jackie Chan.
Rayos, no sé qué me pasa
en serio. A veces quisiera sacarte de mi mente.
Pero no puedo.
Sería como pedirle a Jackie Chan que deje de saltar
y golpear a la gente
o hacer piruetas innecesarias y peligrosísimas
en el aire
en películas que pasan en canal cinco
a cada rato. Dios. Anhelo tanto
una desazón más grande que la siento ahora.
Dios. Anhelo tanto una noche más sin ti.

Pero no, es inevitable.
Mientras dudas con esto
de seguir allí sentado,
mientras calculas en cuanto tiempo llegarás a casa
con tus amigos
-tomando en cuenta el paso de tortuga
de la marihuana y las ideas que se pierden
y tratas de atrapar en el cielo-
tomando en cuenta todo eso y lo demás: llegarás tarde
tú lo sabes,
pensar en ella te ha tomado en día entero
-de por sí ya
has pasado con ella
o pensando en ella,
más de lo que has pensado en alguien
desde hace mucho tiempo-
será que es verdad
y esa chica de pelo ondulado
te tiene cogido de los huevos.
¿Eh?

Pero Gonzalo, el frío que carcome hasta los huesos
como el celibato del desenfreno creativo
te tiene jodido.
Te duelen los pulmones
por enredarte en una relación caleidoscópica
que no va a llegar a ningún lado.
Tristemente es así, Gonzalo.
Si la lluvia de meteoritos estrella tu cabeza
si la ráfaga del viento helado te congela los huesos.
Si mientras muerdes el polvo de una desolación
te preguntas si ella te extraña.
Estás tristemente jodido
en la acera del viento helado
que promete un otoño
por momentos soleado
por momentos nublado.

El frío te carcome hasta los huesos. Sí el frío.
Todo muy bonito, desolador, con párpados sin guiños
que por momentos promete cautela y por momentos promete
desilusión. Sí. Frío. Carcome hasta los huesos.
Todo muy bonito. Desolador.
Párpados sin guiños. Por momentos promete paz.
Por momentos promete.
Desilusión. Si los párpados con risa
toma café en starbucks
y pasea conmigo de la mano por El Olivar
un martes o un jueves de invierno
¡que viva el starbucks!
y que viva el restaurante de comida árabe
frente al parque Kennedy.